OBJETIVO
Comparar los resultados clínicos de los pilares de titanio maquinado (grupo maquinado) versus los pilares colados con cromo-cobalto (grupo colado) y evaluar in vitro su ajuste con el implante.
MATERIALES Y MÉTODOS
Este estudio consta de dos partes. En la parte in vitro, se evaluó cualitativa y cuantitativamente el ajuste implante-pilar de 5 pilares colados y 5 pilares maquinados, atornillados con un torque de 30 Ncm, mediante microtomografía computarizada (μ-CT) y AgNO3 para revelar los espacios de conexión. En la parte clínica, 31 sujetos parcialmente desdentados recibieron dos coronas implantosoportadas no adyacentes en tres piezas. En la toma de impresión, tres meses y medio después de la colocación del implante, los implantes se asignaron aleatoriamente para recibir un pilar maquinado o colado de acuerdo con un diseño de estudio del paciente. Desafortunadamente, cuatro pacientes abandonaron y un paciente perdió un implante antes de la aleatorización, por lo que solo 26 pacientes tuvieron sus implantes aleatorizados. Las medidas de resultado fueron: fracasos de prótesis e implantes, cualquier complicación y cambios radiográficos del nivel del hueso marginal periimplantario. Los pacientes tuvieron un seguimiento hasta 1 año después de la carga.
RESULTADOS
El ajuste de la conexión implante-pilar se evaluó in vitro mediante μ-CT. No se revelaron espacios en ninguno de los pilares probados, ni en los maquinados ni colados. En la parte clínica, después de la aleatorización, tres pacientes abandonaron, ningún implante falló, pero se reemplazó una corona sobre un pilar colado. La diferencia entre los grupos en el fracaso de la prótesis no fue estadísticamente diferente (prueba de chi-cuadrado de McNemar P = 1,0; diferencia en proporciones = 0,039). Ocurrió una complicación en cada grupo, la diferencia no fue estadísticamente diferente (prueba de McNemar P = 1,000; diferencia en proporciones = 0; IC del 95%: 0,06 a 15,99). Ambos grupos presentaron pérdida ósea marginal periimplantaria estadísticamente significativa desde la colocación del implante hasta 1 año después de la carga, respectivamente -0,76 ± 1,01 mm para pilares mecanizados y -0,69 ± 0,82 mm para pilares colados, sin diferencias estadísticamente significativas entre los dos grupos (diferencia de medias 0,07 mm; IC del 95%: -0,54 a 0,67; P = 0,828). Ambos grupos perdieron gradualmente el hueso periimplantario marginal desde la carga hasta 1 año después de la carga, pero esto no fue significativamente diferente, respectivamente -0,06 ± 0,56 mm para pilares maquinados y -0,10 ± 0,29 mm para pilares colados, sin diferencias estadísticamente significativas entre los dos grupos (P = 0,739; diferencia de medias 0,07 mm; IC del 95%: -0,12 a 0,16; P = 0,739).
CONCLUSIÓN
Nuestros datos clínicos sugieren que el pronóstico del implante hasta 1 año después de la carga no se ve afectado por el uso de pilares maquinados o colados. En apoyo de estos hallazgos, el análisis in vitro demostró que ambos tipos de pilares permiten un ajuste perfecto sin espacios. Por lo tanto, por el momento, los odontólogos deben sentirse libres de elegir el tipo que prefieran. Sin embargo, estos resultados preliminares deben ser confirmados por ensayos más grandes con al menos 10 años de seguimiento.

Volver a casos clínicos